Este 12 de junio celebremos el “día mundial contra el trabajo infantil”
¿Sabías qué dos millones de niños y niñas menores de 18 años trabajan, en la mayoría de los casos, en situaciones peligrosas que van en contra de su integridad física, moral y emocional? Esta cifra representa cerca del 30% de la población infantil del Perú.
El origen del trabajo infantil no solo está en la pobreza, sino también en otros factores, sociales, culturales, institucionales y políticos. Cuáles fueran las causas, es un problema que vulnera los derechos al bienestar y desarrollo de los niños.
El trabajo infantil es incompatible con los estudios
El trabajo infantil es una de las causas de la deserción, ausentismo, bajo rendimiento y fracaso escolar. Muchas niñas y niños no asisten a la escuela, y otros combinan sus estudios con trabajo, lo que demanda un gran esfuerzo físico y mental y suele tener como resultado en el mediano plazo, el abandono escolar.
Las personas adultas que no han tenido acceso a una educación adecuada, tienen mayores posibilidades de realizar trabajos mal remunerados y de encontrarse en situación de inseguridad en el trabajo o incluso desempleadas. En el caso de emprender iniciativas propias, estas personas probablemente presentarán mayores limitaciones para generar negocios productivos y sostenibles en el tiempo.
Consecuencias del trabajo infantil
Estudios realizados, indican que los niños que trabajan, presentan las siguientes problemas.
En el área social y moral:
- Profundiza la desigualdad entre sus pares.
- Viola los derechos humanos fundamentales de la infancia y la adolescencia.
- Acelera el proceso de maduración.
- Impide o limita el adecuado proceso educativo.
- Se enfrenta a un ambiente adulto, a veces hostil.
- Perdida de la autoestima y problemas de adaptación social.
En el aspecto físico y psíquico:
- Presenta enfermedades crónicas.
- Dependencia de fármacos.
- Retraso en el crecimiento.
- Agotamiento físico.
- Abusos físicos y psicológicos.
- Infecciones a causa de químicos o smog
Y durante su madurez, en el área económica:
- La pérdida promedio de dos años de escolaridad a largo plazo significa menos de salario durante toda su vida adulta
- Pérdida de poder adquisitivo del mercado nacional.
- La pérdida de años de educación se traduce en una calidad inferior del capital humano disponible en una sociedad.
- Incidencia negativa en el PBI.
Un niño con buena educación será un ciudadano con mejores oportunidades
Una buena educación puede contribuir a lograr una mayor acumulación y desarrollo de capacidades que les permitan mejores oportunidades de generación de ingresos cuando sean jóvenes y adultos. “No cualquier educación va a retener a los niños en la escuela, necesitamos una buena educación, que los entusiasme, que les refuerce lo que están aprendiendo, que reconozca lo que ya saben, que los trate bien, que reconozca y valore su cultura, su lengua.” – Patricia Ames PUCP
¿Qué debemos hacer para decir NO al trabajo infantil?
- Sensibilizar a la población a no contribuir a la permanencia del trabajo infantil en las calles.
- Ejercer vigilancia ciudadana.
- Que las autoridades incorporen acciones dirigidas a la protección de esta población expuesta a los peligros de la calle.
- Que los niños y adolescentes estudien, jueguen y vivan su infancia.
- Que las municipalidades se comprometan a abordar ésta realidad.
- Sensibilizar a las madres y los padres de familia sobre su rol protector.
- Difundir la importancia de la educación, el deporte, el arte y la recreación como estrategias para restituir sus derechos.
- Sensibilizar a las familias para que no atribuyan a sus hijos e hijas la responsabilidad de contribuir con el ingreso familiar.
Invitamos a estar en campaña permanente