Rodolfo y Gabriela

“Todo lo que se inicia se termina, si te acostumbras a dejar las cosas a la mitad, tu vida también va quedarse a medias”, es la frase que utiliza Rosa Condo Viza, madre de los hermanos Yauri, para impulsar a sus dos hijos a cumplir sus proyectos y metas. En los momentos en que sus pequeños estuvieron a punto de declinar, apareció ella para levantarles el ánimo, darles fuerza y mucho más amor.

Los hermanos Rodolfo y Gabriela Yauri Condo, ambos estudiantes de la I.E. 787 Almirante Miguel Grau, del distrito de Chaclacayo, nacieron con grandes talentos. El primero, es un especialista en programación y electrónica, mientras que Gabriela, destaca por su afición a los libros y su proyecto que impulsa la lectura en niñas, niños y jóvenes.

A pesar que sus habilidades son diferentes, ambos comparten el sueño de contribuir a su comunidad y a su nación. Rodolfo quiere crear prótesis para que sean de fácil acceso para las personas de menores recursos económicos. Por su parte, Gabriela sueña con tener a una sociedad más educada y que destaque por sus grandes conocimientos.

Futuro ingeniero

Rodolfo Yauri (13) actualmente cursa el segundo de secundaria, y ya es un especialista en programación, electrónica e informática. Su pasión nació desde los 6 años, cuando —sin saber por qué— desarmaba los artefactos de la casa y guardaba las piezas en su dormitorio.  A los 11 años ya había creado su primera impresora 3D, usando como base principal una caja para guardar papayas.

“Me gustaba fabricar mis propios juguetes desde niño y también reparaba los artefactos que ya estaban malogrados. Con las enseñanzas que recibo en el colegio me gustaron mucho las matemáticas y las ciencias, y fui aplicando estos conocimientos a mis proyectos. He creado impresoras y mi próximo objetivo es crear una CNC láser (herramienta para realizar finos cortes a diferentes estructuras)”, sostuvo Rodolfo.

Otra de sus ambiciones es crear prótesis humanas, para que las personas con discapacidad puedan adquirirlas a un bajo precio. “Las que traen del extranjero son muy costosas. Yo quiero aportar y que todo aquel que lo necesite lo adquiera en el país. También me gustaría incentivar a niños y jóvenes a que se apasionen por la electrónica y la programación, no tienes que terminar tu carrera para recién aprender, con dedicación todo se puede”, asegura.

Rodolfo dedica 2 o 3 horas diarias, capacitándose sobre electrónica y programación, viendo tutoriales de internet y leyendo libros. Esto le sirve para elaborar las maquetas en su impresa 3D “necesitas aplicar fórmulas y cálculos, para darle a la computadora los parámetros que buscas, y la posición correcta de los ejes”, indica.

El talento y capacidad de Rodolfo no ha pasado desapercibido, ha sido invitado por una red de especialistas en 3D para brindar un taller de electrónica e informática dirigida para niñas, niños y adolescentes.

Por otro lado, sobre sus aspiraciones, él sueña con formar parte del grupo de estudiantes del Colegio de Alto Rendimiento (COAR), del Ministerio de Educación, el próximo año, y en un futuro estudiar ingeniería mecatrónica en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).  

Libros para todos

Gabriela Yauri (15) es estudiante de tercero de secundaria, y desde hace un año y medio promueve la lectura ofreciendo libros gratuitos a las niñas, niños y adolescentes de su comunidad. Sus vecinos se acercan para pedirle un libro y ella no solo los presta, además, les hace una breve síntesis del contenido para generar mayor interés por el texto.

Ella se inició en la lectura a los 5 años, con los cuentos que le compraba su madre. “Me fracturé la pierna y durante varios meses viajaba durante dos horas rumbo al hospital. Todo el trayecto aprovechaba para leer un libro nuevo. Ahora, al día, me leo dos o tres libros, y me gusta de todo, literatura peruana, novelas, poemas, entre otros géneros”, indicó.

Su proyecto lo lleva adelante desde casa. Coloca dos estantes repletos de libros y desde su puerta atiende a los lectores. A la fecha tiene más de 1,500 libros, fruto de las donaciones que recibe. “La lectura permite aumentar tus conocimientos, te da seguridad y un mejor desenvolvimiento. Asimismo, mejora tu ortografía y capacidad de retención”, explica Gabriela.

Sus padres y hermano son sus mejores aliados. El padre se encarga de recoger los libros prestados, mientras que el hermano la cubre cuando ella se encuentra en clases virtuales. “Mi familia me apoya. Junto con ellos vamos a crear la Biblioteca de Confianza, en el segundo piso de la casa. Aquí los niños y adolescentes podrán leer, pero también será un espacio para el arte, como la pintura, la danza y el canto”, aseguró.

Tanía López, maestra de Gabriela en la I.E. 787 Almirante Miguel Grau, descubrió que su estudiante tenía un gran talento para crear historias y exponer sus ideas con precisión en el aula. Por tal motivo, incentivó a la madre de la adolescente, a que la apoye en su iniciativa.

“Yo solo leía por pasión, pero sus palabras me incentivaron a compartir mi habilidad. Por mi zona no hay bibliotecas cercanas, sin embargo, para eso está mi casa, yo quiero entregarles libros a mis vecinos para se eduquen, investiguen, y sean mejores cada día”, señaló Gabriela.

Ella tiene planeado estudiar Ciencias de la Comunicación y Derecho, terminando la secundaria. Afirma que desde su posición como profesional, trabajará por la educación de las niñas y niños que tienen menos oportunidades. “Quiero que comprendan que la educación es el único camino para desarrollarnos y  ser profesionales exitosos, es la forma que se nos van abrir las puertas en la vida”, aconsejó.

Fortaleza y amor

Guillermo Yauri y Rosa Condo, padres de Gabriela y Rodolfo, se sienten orgullosos de sus hijos, al ver que desarrollan sus talentos en beneficio de la comunidad. Asimismo, destacan de ellos que, a pesar que llevan adelante sus iniciativas, nunca descuidan sus actividades en el colegio.

“Mi hijo en sus primeros proyectos quemaba las piezas que le comprábamos. Él lloraba porque sabía que no tenemos muchos recursos para comprar otros. Sin embargo, yo lo impulsaba, le pedía que se levante, que lo arregle, y que, si faltan nuevas piezas, los iba a comprar de todas maneras. Él sacaba esa mentalidad ganadora que tiene y lo conseguía. Ahora es un estudiante muy competitivo, y no se pone límites”, resalta Rosa Condo.

Por su parte, Guillermo afirma que Gabriela está enamorada de la gran labor social que realiza. “Ella se ha leído todos los libros que ofrecemos para comentárselos a los niños que llegan. Veo un gran futuro para ellos, son grandes hijos, y van a ser grandes profesionales. Por mi parte, seguiré apoyándole en la búsqueda de nuevos libros y repartiéndolos con gusto a mis vecinos”, aseguró.