Nelly Muñoz enseña Industrias Alimentarias a estudiantes de secundaria

“Siento una gran satisfacción y alegría cuando mis exalumnos me llaman y me cuentan que han emprendido sus propios negocios, tanto en el país como en el extranjero”, cuenta con orgullo Nelly Muñoz Gallardo, profesora de Industrias Alimentarias de la I. E. Estados Unidos de Comas, donde a diario comparte sus conocimientos con estudiantes de secundaria.

Nelly dice que muchos jóvenes que egresan de su institución educativa se insertan rápidamente en el mercado laboral o generan su propio ingreso y su  puesto de trabajo gracias a los conocimientos que ella les imparte.

“Cuando llegué, las mesas de trabajo estaban deterioradas. Con el apoyo de los chicos y el permiso de la dirección, pusimos las placas metálicas. También participamos en concursos, ganamos y nos compramos la amasadora, y en otro concurso hemos ganado una refrigeradora”, refiere al recordar los esfuerzos para mejorar el área de trabajo de panadería y pastelería.

Nelly considera que el panorama seguirá mejorando, pues un convenio firmado con el CETPRO Los Libertadores permitirá, a través de la transitabilidad, que sus estudiantes, una vez que culminen la etapa escolar, reciban un certificado que respalde los estudios modulares de su especialidad técnica.

En el año 1995, Nelly estudiaba Industrias Alimentarias en un instituto tecnológico y descubrió que su destino era enseñar. Cuando terminó su especialidad, ingresó a la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle La Cantuta. Hoy, al evocar ese episodio decisivo en su vida, dice que no se arrepiente pues el camino que tomó le ha dado muchas satisfacciones. 

“Descubrí que mi real vocación era el servicio por la juventud. Es muy grato trabajar con jóvenes porque tienen muchas ganas de aprender, son entusiastas. Acá todos vienen por vocación, no por obligación”, comenta.

Veintiocho años después, Nelly está rodeada de estudiantes y goza enseñando lo que sabe y soñando que cada uno de ellos sacará el mayor provecho de lo que con tanto amor ella les imparte. “Para mí, la docencia es una pasión y mi gran vocación es estar al servicio de la juventud”, afirma mientras da los últimos toques a unos tentadores enrollados de canela.