María del Pilar López Amaro, es maestra del segundo grado de primaria del colegio Los Educadores de San Luis (UGEL N° 07), tiene 32 años como docente, enseñando a niñas y niños entre los 6, 7 y 8 años, una etapa que es la base para los aprendizajes a lo largo de la vida. Su oxígeno es el contacto diario con los escolares y se siente muy orgullosa que muchos de sus exalumnos hoy, le confíen la educación de sus hijos.

“Tengo la oportunidad de enseñar a los hijos de mis exestudiantes, es alentador cuando me reconocen y me dicen: miss Mapi qué suerte que ahora le enseñes a mi hijo. Ellos ahora son ingenieros civiles, enfermeros, contadores, abogados, tengo de todo. ¡Qué lindo es saborear el agradecimiento por la base que uno le da a sus estudiantes! Por eso, mi obsesión por enseñar a primer y segundo grado”, precisa la maestra tarmeña.

Como muchas otras familias del magisterio peruano, María del Pilar desde que nació conoció la importancia de la carrera docente. Una madre profesora fue su principal inspiración para definir su vocación, ella enseñaba de ocho de la mañana a cinco de la tarde y la llevaba a su aula, donde veía como enseñaba y la apoyaba con la revisión de los trabajos de los estudiantes.

¿Por qué la confianza de las familias en ella?

Las familias confían en su labor como maestra pues reconocen que lo da todo. “Mis Mappi” implementa las mejores estrategias, prepara su material, mira el ritmo de aprendizaje de sus estudiantes y sus intereses, los deja ser, no es rígida y con dulzura corrige sus errores: “Si un niño ya aprendió a correr, los maestros les enseñamos a volar, nos convertimos en psicólogos, padres y madres para ellos”, expresa la docente de 52 años.

La docencia de la fortaleza y las metas

“Tuve un percance de pequeña, no aprendí a leer, le tenía miedo a la lectura por la manera en que me enseñaron. Por eso, mi motivación es que los niños aprendan sin presiones, es muy importante conocer sus niveles y ritmos, no podemos juzgarlos a todos por igual, tenemos que ver sus fortalezas para potencializarlas y sus debilidades para elevarlas y hacer que obtengan logros, eso es conocer a los niños”, afirma con convicción.

Como maestra es inspirador que los estudiantes logren sus Metas de Aprendizajes, por eso le enorgullece compartir como las trabaja y el por qué y para qué están aprendiendo sus niños:

• Protección de la vida: me encanta cuando hablan de proteger su cuerpo, proponen hacer ejercicios y tener una adecuada alimentación. Cuando se enferman saben que deben ir al doctor y no automedicarse, eso lo colocan en sus mentes y se lo transmiten a sus familias.

• Inclusión económica: desde el emprendimiento y como pequeños empresarios, aprenden a través de la venta de productos de reciclaje, diseñan patrones y logran hacer pulseras y portalapiceros, también utilizan las mediciones y relacionan todos los elementos, aprenden lo básico que debe saber un niño para ser un miembro activo y positivo de su comunidad.

• Habilidades para la vida: Un niño que no se comunica no puede desarrollarse plenamente. Es importante que se comunique sin temor, solo así podrá expresar lo que siente, piensa y sabe. El niño puede conocer los diferentes temas, pero su gran aprendizaje es expresarlo.

• Educación para la ciudadana: los estudiantes son parte del cambio, deben dar sus opiniones y por supuesto sugerir propuestas y soluciones a los problemas o situaciones que les preocupa, solo así lograremos que desarrollen autoestima a lo largo de la vida. El Perú necesita mejores ciudadanos, para ello, este aprendizaje es clave.

6 de julio: Día del Maestro, transformador de vidas.

“Estoy muy orgullosa de ser profesora, si volviera a nacer volvería a serlo, lo siento como algo que brota de mí, no me canso. Voy al colegio Los Educadores desde hace 32 años, siento que es mi casa y los chicos son mis hijos, recorremos diferentes espacios, hacemos las caminatas de lectura, vamos a la biblioteca de la municipalidad y a la nacional, eso los motiva, necesitan descubrir para aprender. Me siento satisfecha porque soy una luchadora de mi país, considero que mis alumnos siempre me darán una gran sorpresa. Feliz día a mis colegas, de nosotros depende el cambio”.

Hoja de vida

María del Pilar López Amaro, nació el 12 de diciembre 1968 en Tarma, departamento de Junín. Estudió pedagogía en el instituto Santo Domingo de Guzmán (Lima), fue maestra en los colegios San Luis, Virgen de la Merced, Horacio Patiño y finalmente fue nombrada en la I.E. Los Educadores del distrito de San Luis.