A unas pocas cuadras de la IEI N° 558 Casa Montessori (UGEL N° 01) se ubican los mercados Santa Leonor y Cristo de Pachacamilla, donde muchas familias de la zona compran sus alimentos y toman desayuno. La herencia de los andes peruanos es evidente: la quiwichua, cañihua y maca son alimentos muy demandados y populares entre adultos y niños, nada que sorprenda, pues Villa El Salvador recibió una fuerte migración procedente de la sierra peruana, durante los años setenta y ochenta.

“En Casa Montessori realizamos diagnósticos y analizamos el contexto donde trabajamos; muchos abuelos, madres y padres son quechua hablantes de Ayacucho, Cusco y Huancayo. Entonces el modelo de gestión educativa debía convertirse en una oportunidad para mostrar nuestra multiculturalidad. Por eso, las estrategias de gestión educativa se denominan: Tinkuy (encuentros), Tarpuy Kawsay (sembrar vida) y Kipy (cuy) y muchas más”, narra René Tamariz Adrianzén, directora de la IEI.

Casa Montessori más que una escuela, una gran familia

René Tamariz, que lidera a 13 docentes que atienden, en dos turnos, a 305 niños y niñas de 3, 4 y 5 años, recuerda que el escaso involucramiento de las familias generaba un bajo nivel de aprendizajes en sus estudiantes. Al evaluar esta situación entendieron que, para tener a los padres como aliados, era necesario involucrarlos en el aprendizaje de sus hijos reconociendo y aprovechando sus tradiciones y diferencias culturales.

“La estrategia Tinkuy, hermosa palabra que significa “encuentro”, nos permitió fortalecer nuestra alianza con las familias, enfatizar en sus responsabilidades y compromisos. Es a partir de esta propuesta que se generaron diversos espacios y dinámicas como Chasqui, el niño líder que involucra a sus compañeros escuchándolos; Kipy, el cuy que lleva a las casas muchos libros o Tarpuy Kawsay, donde las familias comparten sus costumbres mitos y el gran legado quechua”.

Junto a su equipo, la directora Tamariz, resalta también como prioridad, la práctica docente en un clima armonioso “debemos trabajar por una escuela de confianza y autónoma donde constantemente nos evaluamos para mejorar”.

Con 29 años de servicio a la educación, Casa Montessori es un orgullo para la comunidad de Villa El Salvador, porque sus estudiantes han logrado destacar en sus competencias comunicativas, tanto en la oralidad y expresión escrita y, de eso da cuenta los reconocimientos alcanzados: primer lugar en el concurso la Buena Escuela (2016), promovido por Latina y Empresarios por la Educación, así como, el premio Nacional Ambiental Antonio Brack Egg (2020).

La Escuela de Confianza

En Lima Metropolitana se promueve el modelo de “Gestión Escolar Autónoma” en el marco de la estrategia regional “La Escuela de la Confianza” que incorpora también otras tres dimensiones, “Metas de Aprendizaje”, “Certificación Múltiple” y “Bienestar en el Aula”. Desde esta propuesta, la confianza impulsa el desarrollo de capacidades de docentes, directivos y  estudiantes, así como el compromiso de las familias, para lograr una educación que transforma vidas.