• Esta docente de 60 años no solo enseña a través de sus sesiones, sino también con su forma de afrontar la vida. Ella aprende diariamente a usar distintas herramientas tecnológicas para motivar a sus pequeños estudiantes.

La implementación de las clases a distancia significó un reto para los docentes, quienes veían como la emergencia sanitaria les exigía replantearse la forma de enseñar, apoyándose, en gran medida, en herramientas digitales. Y ese reto, fue asumido por toda la comunidad educativa, destacándose la historia de la profesora Carmen Belsuzarri Salas, quien a sus 60 años asumió el gran desafío de llegar a sus estudiantes de manera virtual.

Mientras muchos veíamos como cientos de actividades se suspendían para evitar la propagación del COVID-19 a mediados de marzo, Carmen Belsuzarri pensaba cómo podría continuar con las actividades de aprendizaje para sus pequeños estudiantes de la I.E.I. N° 090 “Santa Rosita de Lima”, ubicada en Jesús María. En ese contexto, surgió la estrategia “Aprendo en casa”, impulsada por el Ministerio de Educación, para continuar con el servicio educativo, pero a distancia.

“Al principio fue algo complicado, pero gracias a ‘Aprendo en casa’ tuvimos un gran apoyo para planificar mejor las clases. A las maestras nos tocó adaptarnos para enseñar de forma virtual, entre todas nos apoyamos”, destacó la docente, quien lleva 26 años enseñando en el mismo colegio.

Vocación familiar

Se podría decir que Carmen Belsuzarri lleva la docencia en la sangre. Su madre fue profesora de Educación Básica Especial (EBE) y le inculcó ese amor por la enseñanza a sus dos hijas. Al igual que Carmen, su hermana también es docente de inicial.

“Siempre me gustaron los niños porque son más auténticos y tiernos. Por eso elegí dedicarme a la educación inicial, donde me siento realizada”, comenta ‘miss Carmen’, como la llaman sus pequeños estudiantes.

Una autodidacta tecnológica

Esta maestra de 60 años reconoce que era algo ajena a la tecnología antes de que se implementara la educación a distancia. No obstante, cada vez que se presentaba la situación buscaba aprender algo nuevo.

“Hace algún tiempo tuvimos en la institución educativa, un centro de cómputo, mi curiosidad me llevó a quedarme luego de mis clases para aprender temas de computación. Luego cuando aparecieron las redes sociales, también pude aprender y ahora hasta manejo el Facebook del colegio”, reconoce entre bromas.

Ya en plena pandemia, para conocer más sobre herramientas digitales, Carmen se instruyó con tutoriales, recursos de “Aprendo en Casa”, cursos de Perú Educa y cuando algo se le complicaba, ahí estaban sus hijas para darle una mano:

 “Así aprendí a usar Zoom, Meet, Publisher y herramientas para hacer clases más dinámicas”, agrega.

Actualmente, tiene a su cargo a 25 niños del salón de cuatro años del colegio Santa Rosita de Lima. Consciente de lo complicado que es enseñar a distancia a niños tan pequeños, ella logró desarrollar actividades de aprendizaje más amenas con videos y otros recursos: “Sigo buscando nuevas cosas para mis chicos, para llegar mejor a ellos”, concluye.

Si una conclusión se puede sacar de la historia de la profesora Carmen Belsuzarri es que cuando la situación es adversa, es el mejor momento para reinventarse. Ella lo hizo en plena pandemia movida solo por el amor a sus pequeños estudiantes.