Los 160 menores que participan en el VII Encuentro Nacional de Niños y Niñas de Pueblos Originarios, Afroperuanos y de otras Tradiciones Culturales del Perú – Tinkuy 2018, visitaron el Palacio de Gobierno y conocieron al presidente de la República, Martín Vizcarra, al ministro de Educación, Daniel Alfaro, y a la primera dama, Maribel Díaz.

Antes de reunirse con las autoridades, los escolares, entre los que se encuentran 4 niños de Guatemala, 2 de Ecuador y 2 de Venezuela, recorrieron diversos ambientes de la Casa de Pizarro y los lugares que más les agradaron fueron el Salón Dorado y la Sala Túpac Amaru II, por su decorado y las esculturas que hay allí.

Durante el encuentro, el presidente Vizcarra y su esposa recibieron un enorme papelógrafo en el que los niños formaron la palabra Tinkuy con las cartas que le escribieron a ambos y al titular del Minedu.

“Me alegra que me hayan escrito tantas cartas y con cariño”, dijo el mandatario, quien también recibió como obsequio un poncho que le entregó uno de los estudiantes ecuatorianos.

Vizcarra leyó algunas cartas y agradeció los buenos deseos que los niños le manifestaron en estas misivas, y expresó su complacencia por recibir a todos los participantes del Tinkuy 2018 en Palacio de Gobierno.

Por su parte, el ministro Alfaro destacó que en esta edición el Tinkuy se haya internacionalizado con la participación de estudiantes de Guatemala, pertenecientes al pueblo maya quiché, y de alumnos indígenas kichwas procedentes de Ecuador.

“Ustedes son más de cien niños de diferentes lugares y están aprendiendo algo maravilloso, que en toda la diversidad de lenguas y productos naturales hay un solo corazón”, expresó.

Además, recordó que el miércoles se realizará un festival en el Parque de La Muralla en el que los jóvenes participantes mostrarán productos alimenticios de sus regiones que ayudan a combatir la anemia, y prometió que asistirá en compañía de otros ministros para que los prueben.

Antes de concluir la visita, el presidente Vizcarra, su esposa y el ministro Alfaro se tomaron fotografías con los niños y presenciaron el cambio de guardia en el patio de honor, que concluyó con música de la selva bailada por cuatro niñas de esa región.