Josefina Quechua

  • Ella cumplió 34 años como docente y cesó el año pasado en una I.E. de VES. Hasta el día de hoy continúa enseñando el idioma, de manera voluntaria, a sus niñas y niños de primaria

Josefina Alvarez Escobar (66) cumplió 34 años como docente antes de cesar en octubre del año pasado. Ella dejó huella en su colegio de toda la vida, la I.E 6076 República de Nicaragua, de Villa El Salvador, no solo por el trato maternal que tenía con sus estudiantes, sino por ser impulsora del idioma quechua.

Desde muy niña, en su querido barrio de San Blas, en Cusco, Josefina fue aprendiendo a hablar este idioma gracias a su madre. “Ella me cantaba y me arrullaba todo el tiempo en quechua. Gracias a ella tengo este amor por el idioma desde adentro”. A los 18 años, cuando ya vivía en Lima, ella se comunicaba sin dificultad en esta lengua.

Cuando inició su carrera como docente, su sueño siempre fue que todos sus estudiantes se interioricen con el quechua, que aprendan a amarla, así como lo siente ella. Por eso, en los primeros años de su carrera, aprovechaba las horas que tenía libre para enseñarles este idioma a sus pequeños del nivel primaria.

“Uno de los motivos que me impulsa a educar en quechua es contribuir a eliminar la discriminación. En el colegio se fue superando eso gracias a las clases”, apuntó la docente. 

Años después, la maestra pasó a enseñar este idioma de forma permanente dentro del curso de Arte y Cultura, a las niñas y niños primaria de su colegio, desde el segundo grado en adelante. Les cantaba, los hacía actuar, les pedía que elaboren cuentos, y, además, pedía practiquen diálogos con la familia.

“Yo sabía que muchos de los abuelitos de mis estudiantes son de los andes, entonces aproveché para que me traigan diálogos con ellos. No solo para aprendan el idioma, sino para que fortalezcan esa conexión que debe existir con la familia”, sostuvo la maestra Josefina.

En reconocimiento a esta gran labor que realizaba con sus estudiantes, Josefina y sus niñas y niños han sido invitados a eventos en el Congreso de la República, en la Municipalidad de Lima, en la Feria de Libro, entre otros, para cantar el himno nacional en quechua. Ella sostiene que esto, incentivo, aún más, a los escolares de primaria a seguir aprendiendo a comunicarse en este idioma.

Hasta el día de hoy, sus exestudiantes y las madres y padres le agradecen por el trabajo que hizo en la I.E. La admiran por la labor y la gran vocación que demostró como docente. “Una vez me subí a un mototaxi y escuché que el conductor comenzó a cantar en quechua. Me sorprendió que cantará muy bien en el idioma. Él luego me sonrió y me di cuenta que había sido uno de mis alumnos”, cuenta Josefina.

“Hace cuatro años, mis hijos me acompañaron al colegio. Sentía que tenían una sorpresa para mí, pero no me lo esperaba lo que venía. Mis exalumnos, reunidos en un salón, me cantaron en quechua, las mismas canciones que yo les había enseñado cuando estaban pequeños. Además, me entregaron un plato recordatorio, fue muy emocionante”, señala la maestra.

Hasta el día de hoy, pese a que ya dejó de enseñar en los colegios, Josefina Alvarez continúa enseñando quechua a los niñas y niños de primaria su excolegio. Ella sostiene que lo hace por su vocación de docente y por el amor que le tiene a sus estudiantes.

“Fue duro no despedirme de ellos, por la pandemia, pero yo sigo pendiente de ellos. Actualmente enseño a 10 niños de sexto grado a hablar quechua. Nos conectamos por videollamada de WhatsApp, además les mando videos y canciones. Y por supuesto todo es gratuito, solo quiero seguir teniendo contacto con ellos”, afirma la maestra Josefina.

La maestra tiene planeado seguir creciendo como profesional. Ella viene alistándose para iniciar una maestría en quechua e interculturalidad en una universidad privada. Además, espera seguir enseñando y asesorando a usuarios nacionales y extranjeros, sobre esta lengua, y, finalmente, terminada la pandemia, no descarta volver a enseñar en una institución educativa superior, este idioma que tanto le apasiona.

A vísperas del Día del Maestro, Josefina se animó a mandar un saludo a los docentes en quechua, “Marq’akuyki p’unchayniykipi yachachiqkuna, chaninchayta suyashankichis” [Maestros les abrazo en su día, urge que valoren su profesión].

“Era muy maternal”

Wilfredo Mejía Camargo, director de la I.E 6076 República de Nicaragua, de la UGEL N°01, destaca que la docente Josefina Alvarez era muy perseverante para rescatar lo mejor de la cultura peruana. Además, señala que era muy comprometida con la educación en el colegio, pero, resalta, sobre todo, que era muy maternal con sus estudiantes.

“Tenía mucha sensibilidad social, muy proactiva para educar, pero también recuerdo que era muy maternal, muy sensible, veía a sus estudiantes con ciertas carencias y ella les brindaba afecto”, sostuvo el director Mejía Camargo.

Señaló que una de las tantas acciones que realizó para promover la enseñanza del quechua y la interculturalidad, fue gestionar la llegada de artistas extranjeros al colegio que también hablaban este idioma. “Vinieron de Chile, Ecuador, Bolivia y Colombia, esto dio mucha satisfacción a los niños, fue importante para ellos”, afirmó el director.